Por principios, condenamos y rechazamos la violencia demencial, venga de donde venga. En este contexto, denunciamos enérgicamente el irracional baño de sangre que se viene produciendo en nuestra nación hermana de Venezuela. Ninguna ideología o credo político debe imponerse con el abusivo y criminal uso de las armas ante una civilidad que no acepta la tiranía. Todos los extremismos son malos, ya sea de izquierda o de derecha.
Desde este rincón del Perú, nos solidarizamos plenamente con los millones de hermanos venezolanos que vienen sufriendo la pesadilla del mesianismo afiebrado de sus actuales gobernantes encabezados por el sátrapa Nicolás Maduro Moros. Nada justifica que miles de familias venezolanas huyan despavoridos hacia los vecinos países de Colombia, Ecuador, Perú, etc. en busca de refugio, abandonando sus viviendas, negocios, empresas y familiares.
Respeto las opiniones contrarias, pero no las comparto. Por encima de cualquier consideración política está la Solidaridad Humana. En ese sentido, abogamos por el respeto a la vida de los líderes de la oposición venezolana Leopoldo López y Antonio Ledezma, entre otros, que han sido violentamente arrancados de sus viviendas para encarcelarlos en lugares desconocidos, convirtiéndolos en émulos del recordado luchador social sudafricano Nelson Mandela.
La mayoritaria condena de los pueblos de América Latina y Europa a la fraudulenta Asamblea Constituyente, debe hacer meditar serenamente a Maduro Moros y devolver la Democracia a la cuna del gran libertador Simón Bolívar. Obviamente, debe convocar a auténticas, libres y democráticas Elecciones Generales. Que sea la mayoritaria decisión de los venezolanos los que decidan su destino.
Andrea Morante
'Yo no soy un dictador, pero a veces provoca convertirse en uno'
Nicolás Maduro sorprendió con sus declaraciones al ser juzgado como dictador por la oposición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario