MI ABUELO, MI MEJOR AMIGO

Escribe: Víctor Hugo Cárdenas Torres

• La cuarentena obligatoria que guardamos para evitar la propagación del COVID-19, me permite el espacio que necesitaba para volcar sobre el teclado algunas vivencias que han marcado mi vida familiar y amical; en consideración que LA GENUINA AMISTAD es la esencia que está más allá del ego, no teme, es libre, es inmune a la crítica, no retrocede ante ningún desafío. No es inferior ni superior a nadie y está llena de magia, misterio y encanto.
• Hoy inicio esta secuencia, que resume la Galería de Honor de la Amistad, cultivada en lo que va de mi vida y, empiezo con un homenaje imperecedero a mi abuelo-amigo JOSÉ MIGUEL CÁRDENAS VALENCIA, quien me enseñó el ABC  de los valores morales y civismo, elementos fundamentales en la formación de la personalidad del hombre ante la sociedad que lo rodea.
• Desde que tuve uso de razón, siempre encontré en mi recordado abuelo, no solamente el natural cariño hacia el nieto. Encontré en él al amigo que sonreía conmigo en los momentos de felicidad y lloraba conmigo en los momentos ingratos, siempre dispuesto a escuchar mis inquietudes infantiles, de púber y de adulto, mi mejor confidente.
• Mi padre Pablo Miguel Cárdenas Huamán, fue su único hijo varón entre cuatro hermanas mujeres. Razón por la que mi abuelo sentía un aprecio y orgullo especial por los nietos que llevamos por delante el apellido Cárdenas, sin dejar de mostrar su amor inconmensurable por los nietos procreados por sus queridas hijas Benilda, Graciela, Doris e Iraida.
• Una de las tantas veces que viajaba de Chincha a Cañete para visitar mi hogar, lo encontré en el dormitorio de mis hijos mayores Robert Michael (Danny), Víctor Hugo (Peye) y Miguel Ángel (Lito), abrazándolos con suma emotividad y sollozando de inocultable felicidad, me miró detenidamente y me dijo:"gracias hijo por darme estos tres hermosos bisnietos que perennizarán el apellido Cárdenas, me siento muy orgullosos de ustedes, los quiero mucho".
• Recuerdo de mi época infantil que mi abuelo José Miguel dirigía un Atajo de Negritos que danzábamos en Navidad, entre mis otros primos, también lo integramos mi añorado hermano mayor "Maringá" y el suscrito, quienes nos esforzábamos al máximo por destacar en este baile afrochinchano.
• El día de mi matrimonio, 8 de Setiembre de 1,973, mi abuelo vistió su terno de  gala, del brazo de mi recordada abuela Plácida Huamán, encabezó la delegación familiar chinchana que llegó a la recepción que ofrecieron mis padres Pablo Miguel Cárdenas Huamán e Irene Graciela Torres Díaz en  estrecha co-participación con mis suegros Roberto Pachas Calagua y Felicita Ochoa Cueto, en el emblemático salón de recepciones "El Pollito" del distrito de Imperial, en la provincia de Cañete.