¡¡¡CIERREN EL PODER JUDICIAL DE
CAÑETE!!!
REPULSA POPULAR
El titular del presente
artículo periodístico no responde a una simplista reacción hepática del
suscrito, cuajado en enfrentar estos hediondos hechos que pintan de cuerpo
entero, la degradación imperante en la administración de la justicia peruana.
El presente titular, es el indignado calificativo que escuchamos en las calles
del pueblo, ante el accionar de la administración de la justicia
cañetana, simbolizada en la lectura de sentencia a los “suertudos”
co-procesados, José Arias Chumpitáz, (3 veces alcalde del distrito de Asia) y su ex- asesora legal, Rosa Liliana Torres Castillo ( ex -regidora de la Municipalidad Provincial de
Cañete y ex – consejera por Cañete en el fenecido Gobierno Regional de Lima),
ambos representantes del movimiento político “Patria Joven”), por el casi
“quinceañero” escandaloso y sonado caso denominado: “Telefónica-Asia”.
CONSIGNA: ¡SALVAR DE LA CÁRCEL! A LOS “TOROS DESCARRIADOS”
Para el suscrito, no es
ninguna novedad la lectura de sentencia contra los co-procesados Arias
Chumpitáz y Torres Castillo. Hace 2 años, en circunstancias en que el
Ministerio Público y el Poder Judicial de Cañete, permitían muy “sumisamente”
el vergonzoso maltrato, desacato y fuga de los susodichos, para luego
reaparecer con sendos hábeas corpus, conseguidos fuera del distrito judicial
cañetano, alertamos que los co-procesados solo estaban ganado tiempo para
llegar a la oscura, oprobiosa y descarada prescripción del proceso judicial.
Subrayamos con especial énfasis
que; “curiosamente”, los casos “Telefónica Asia” y “Telefónica Lunahuaná”,
tenían como sus más visibles protagonistas, a los mismos personajes: Falcón y
Bernal de la empresa fiscalizadora tributaria y Liliana Torres Castillo, dizque
en asesoría externa. Hechos que han quedado plenamente demostrado en los casi
13 años de proceso investigatorio.
De manera que era fácil colegir que; sí
lograban que prescriba el caso “Telefónica Asia”, esto podría ser invocado como
una “jurisprudencia” para resolver el caso “Telefónica Lunahuaná”, por guardar
similitudes, seguramente por contar con casi los mismos protagonistas, por ende,
el mismo “modus operandis”.
“CABEZAS DE TURCO” EN LA CÁRCEL
El novelesco caso “Telefónica Asia”,
tiene a varios actores sentenciados y encarcelados, con ratificación de la
Corte Suprema de Justicia, última instancia procesal del país. Por lo que se
pueden colegir algunos puntos controversiales: 1) ¿Por qué los principales
procesados del caso “Telefónica Asia”, Arias y Torres, se acogen a la
prescripción, cuando la Corte Suprema ha confirmado la sentencia a sus
co-procesados presos en Cantera?, 2) La Corte Suprema ¿tendrá que dar marcha
atrás y ordenar que los co-procesados
presos en Cantera, también se acojan a la prescripción y se les dé inmediata
libertad?, 3) O, como siempre ocurre en nuestro país, ¿ los “peces chicos”
purgarán cárcel por los que mal ejercen el poder político y económico?
PODER MEDIÁTICO ¿MANIPULA LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA?
En
el curso de los casi 13 años de los “emblemáticos” casos “Telefónica Asia” y
Telefónica Lunahuaná”, vienen desfilando renombrados y carísimos jurisconsultos
del país, autores de bibliografía jurídica, catedráticos universitarios de
todas las tendencias ideológicas, hasta llegar a la ex -ministra de justicia
aprista, María Zavala y el ex – vice-ministro de justicia, Gerardo Castro.
Obviamente, la consigna es, a cualquier precio, evitar que la crema y nata de
“Patria Joven” vayan a para con sus huesos a la cárcel, consumándose así, la
más oscura, desvergonzada y oprobiosa impunidad, madre de la corrupción. Por
ello, escuchamos y compartimos plenamente la repulsa popular. Si bien es cierto que la prescripción es una figura aplicable en determinados procesos judiciales, también es muy cierto que esa figura es forzada, generalmente, por quiénes no pueden probar inocencia.
DE LA VINDICTA POPULAR ¡NADIE LOS ABSOLVERÁ!
Como ha ocurrido con
otros oscuros personajes de la historia reciente de Cañete, quiénes ahora se
acogen a una lectura judicial que; ojo, pestaña y ceja, no dice que son
inocentes de los hechos imputados, se habrán beneficiado con tan sospechosa
decisión judicial, pero, no se salvarán de la eterna condena y repulsa popular.
Tendrán que cargar esta “prescripción”, como un estigma que no los abandonará
nunca.
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