REFORESTACIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS
El universalmente reconocido Julio Kuroiwa, ha pronosticado que aún quedan pendientes años de torrenciales lluvias con consecuentes caídas de huaicos, deslizamientos de cerros, e inundaciones, por lo que demandó que los gobiernos nacionales, regionales y locales asuman acciones conjuntas para mitigar los arrebatos de la naturaleza.
Tomando en consideración el trabajo de investigación de los ingenieros ambientales colombianos Catherine Salazar López y Oliver Marín Cifuentes,sugerimos al Ministerio de Agricultura, Gobierno Regional de Lima y Gobiernos Locales que, paralelamente a los trabajos de limpieza de los cauces ribereños, deben implementar Programas de Reforestación, como única forma de revertir la destrucción y tala de los árboles que servían como defensa natural de las cuencas hidrográficas.
La necesidad de investigación de los beneficios que tiene la reforestación en la regulación
hídrica, parte del hecho fundamental de observar los cambios ambientales que ha ido provocando
la deforestación masiva y el descuido o deterioro de las fuentes hídricas en Colombia.
Miles de hectáreas de bosques talados, falta de mantenimiento de los recursos hídricos, ríos en
proceso de sequía, cambios y desastres climáticos, inundaciones, y una serie de consecuencias son
resultado del mal manejo de los recursos naturales. Diferentes estudios han demostrado que en los
últimos años la tala de árboles ha aumentado y que el tráfico de madera ilegal no ha podido ser
controlado.
Motivos como desastres ambientales y los miles de damnificados que se encuentran por todo el
mundo han logrado concientizar en un pequeño grado a la población mundial que se debe intentar
revertir el daño provocado durante más de 2000 años.
Pensando en los factores que han llevado a que las cuencas hídricas se sequen, el gobierno ha
implementado leyes y normas que aportan hacia el mantenimiento de los bosques y de los
ecosistemas que los rodean, estimulando así la reforestación de aquellas áreas que han sufrido la
tala de árboles.
En líneas generales, hay que iniciar ahora, un trabajo integral y sostenido en las cuencas y cabecera de cuencas hidrográficas que signifiquen real mitigación de los efectos de los desastres naturales. No hay tiempo que perder, pués un programa de reforestación requiere de un proceso sostenido mínimo de 10 años.
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