La soberbia, intolerancia y autoritarismo son las principales características del proyecto totalitario que impulsó en Latinoamérica el desaparecido presidente venezolano Hugo Chávez Frías, en base a los millonarios aportes en dólares y petróleo que "donó" a diversos gobiernos de la región, fórmula infalible para hipotecar conciencias,poniendo en boga, una vez más,el dicho popular:"por la plata baila el mono", dicho sin alusiones expresas.
Entre los principales "delfines" del chavismo se revelaron el despótico presidente ecuatoriano Rafael Correa, el grotesco presidente boliviano Evo Morales,etc. cuyos actos de gobierno y conducta democrática trataron de ser un calco del régimen chavista. Prueba de ello, el cambio de las Constituciones Políticas de sus países, adecuándolos a propósitos reeleccionistas, estatistas y verticalistas.
Para lograrlo empezaron "amordazando" a la prensa de opinión libre con la finalidad de que sus pueblos escuchen una sola voz, del oficialismo. Muy sutilmente pretenden proscribir a los principales partidos políticos para asegurar su entornillamiento en el poder y así garantizar el sostenimiento del modelo dictatorial con careta de democracia.
Sin embargo, el modelo totalitario tiene poco plazo de duración, por cuanto, en los procesos reeleccionistas y continuistas, los estrechísimos márgenes de votos trasuntan "tufos" de fraude electoral. De manera que, se sienten pasos del retorno cercano de la democracia participativa, que siendo imperfecta, resulta mucho más viable que cualquier sistema dictatorial.
La presente premisa, debe notificar al pueblo peruano sobre algunos rasgos de "chavismo" en la conducta democrática, gubernamental y de manejo de política exterior del Presidente de la República,Ollanta Moisés Humala Tasso, quien, desde el engendro chavista, UNASUR, ha convalidado el pírrico "triunfo electoral" de Nicolás Maduro en Venezuela, desoyendo al 50% del pueblo venezolano que denuncia tácito fraude electoral.
No olvidemos que Ollanta Humala Tasso, aunque por intereses por poder político no lo quiera aceptar, es producto de un proyecto político totalitario que abriga su clan familiar a través de teorías "etnocaceristas", "nacionalistas". Es decir, algo parecido a la teoría "bolivariana" que impulsó Hugo Chávez.
En consecuencia, no son meras casualidades las actitudes "gorilescas", despóticas, dictatoriales de Nicolás Maduro de Venezuela quien se ha dado el lujo de vapulear al canciller peruano Roncagliolo y a la prensa peruana sin que el presidente Humala haya dicho una palabra. Similares actitudes del presidente boliviano Evo Morales en sus pretensiones de la re re re reelección También el presidente ecuatoriano Rafael Correa se muestra bravucón y desafiante contra la cancillería y gobierno peruano, defendiendo incondicionalmente a su pusilánime embajador Riofrío quien cobardemente agredió a dos mujeres peruanas , sin que medie la posición firme del ex - militar que nos gobierna.
Los demócratas del Perú, de centro, izquierda, derecha, deben estar alerta frente a la corriente totalitaria que pretende eternizarse en los gobiernos sudamericanos. La defensa de las libertades y derechos que son inherentes a todo ser humano civilizado, no se sustentan en ideologías desfasadas. ¡Forjemos un Perú Libre, con Justicia y Paz Social! ¡Defendamos la genuina Democracia Participativa y Representativa!
No hay comentarios:
Publicar un comentario