Es bueno investigar el origen del Movimiento Sindical del Perú para encontrar la razón del manejo 100% politizado a que están sometidos cada uno de los Sindicatos que aún siguen vigentes, ante el barrido del sindicalismo peruano que ejecutó el fuji-montesinismo durante su dictadura con careta de democracia.
Es imprescindible, hurgar los antecedentes de los escasos sindicatos que han quedado aún de pie en el país, en consideración que hoy están proliferando cantidad de pseudos líderes que pretenden "capturar" las cúpulas y por ende el manejo de los principales gremios sindicales del país.
* La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), fue promovida por el Partido Comunista del Perú, desde Jorge del Prado Núñez, hasta el actual dirigente Mario Huamán; de manera que, difícilmente el PC se dejará arrebatar su hegemonía por otra manifestación politica.
* El Sindicato Unitario de la Educación Peruana (SUTEP), fue promovido y fundado por el Partído Comunista del Perú "Patria Roja", liderado por Alberto Moreno Rojas, de manera que, todos los Secretarios Generales que se van turnando en sus 40 años de existencia gremial son miembros conspicuos de "Patria Roja", desde Horacio Zevallos Gámez hasta el actual René Ramírez.
* La Central de Trabajadores del Perú (CTP), fue promovida y fundada por el Partido Aprista Peruano a través del emblemático Luis Negreiros Críado, hasta los actuales días en que tiene la posta Luis Negreiros Jr.
Los intentos por desestabilizar y "capturar" el manejo de la CGTP, del SUTEP, de la CTP, se han dado por años,pero todos los intentos han resultado infructuosos,porque, reiteramos, estos gremios tienen respaldo y soporte politico de organizaciones bien enraizadas en todos los confines del Perú.
Lo que también es muy cierto y necesario es que, los referidos Sindicatos deben modernizarse, deben democratizarse y ampliar los cargos estratégicos a otras opciones ideológicas, anteponiendo a los naturales intereses de grupo, la verdadera esencia del sindicalismo que significa la lucha por la reivindicación de los derechos de todos sus miembros, sin excepción.
Si no entienden que los nuevos tiempos requieren de la obvia innovación en los métodos de lucha sindical, estarían labrando su propio exterminio, ante las nuevas corrientes que reclaman sus legítimos derechos de ser actores y no simplemente invitados de piedra.
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